martes, 8 de noviembre de 2011

Lasos

    Contemplando el mar solo persistimos,
persistimos en que el alma y el tiempo son uno solo,
      así la infinidad se hace mas frágil
       aunque siempre digamos adios.

   Quise que el viento fuera a mi favor,
pero las palabras me ocultaron la fatalidad,
me esfume en el que yo creia un fulgor.

Y del aire que invadio los resquicios de mi mundo
desquiciado  e imperfecto, me queda un salto silencioso al vacio,
 permanecere tatuado hasta que me libere la magia de una bella mirada.

                                                                                          Siempre, Camilo.